Ese día había salido de mi casa decidida a iniciar la aventura con la que había soñado desde que tenía memoria.
¡Era tan emocionante de tan solo pensar que dentro de muy poco tiempo me encontraría viajando por toda la región junto a un compañero de batallas!
Me despedí de mi madre y salí hacia el Laboratorio. Este sería el primer paso de mi largo camino como entrenadora.
Una vez allí, me encontré con el Profesor Pokemon, al lado de las respectivas Pokebolas que contienen los Pokemon. Fué algo difícil decidirme por qué Pokemon escojería, ¡todos son tan lindos! Tepig fué mi primera opción, aunque me dijeron que un Snivy complementaría mi personalidad. Pero ya era tarde, ya estaba enfrente del profesor y ya tomé mi desición.
-H-Hola...- estaba empezando a ponerme nerviosa, como hago cuando hablo con cualquier persona que no conozco, mucho más si es un adulto. Debo trabajar eso mejor -Yo... he venido por un Pokemon. ¿Tiene..? ¿Tiene algún Oshawott disponible? De lo posible que sea macho, por favor..